Por fin encontró a la niña planeaba encontrarla justamente en su cumpleaños número cinco no esperaba que los esposos Naiboa se mudaran tantas veces en año y medio, él entro en la pequeña oficina de su mansión no podría estar más feliz mataría dos pájaros de un tiro podría llevarse la niña a Saiz y dirigir su empresa en un país tan rico. Ya sabía que hacer solo tendría que esperar, pero aquel recuerdo del oráculo no lo deja tranquilo.
“Tu propia hermana te maldijo para que cumplieras su cometido proteger y enseñarle lo que puedas a su elegida solo así de a poco recuperaras lo perdido”.
Cada vez que hacia esto no podía evitar recordar las dichosas palabras de aquella bruja cientos de años atrás como un recuerdo constantemente de sus errores, pero ya tiene todo listo no hay marcha atrás es si o si no obstante algo su interior se sentía diferente como una especie de remordimiento diciéndole—que esta esta vez será diferente—.
Comentarios